Clara Aguilera reprocha a Alemania su gestion en la crisis del pepino y pide más proactividad a la Comisión Europea

Era el momento de hacerlo y la consejera de Agricultura y Pesca del gobierno andaluz no perdió la oportunidad. En el corazón de Alemania y aprovechando la cita hortofrutícola más importante de este país, la feria Fruit Logistica, que todos los años ocupa casi 100.000 metros cuadrados de superficie y convoca a más de 50.000 visitantes de todo el mundo, la voz de Clara Aguilera afeó el comportamiento de la senadora de Hamburgo que levantó el dedo acusador contra los pepinos, y más exactamente contra los pepinos de Andalucía, en la pasada y dramática crisis de la E. coli. «No se puede activar una alerta no probada; la reacción fue precipitada y exagerada», señaló Aguilera.

La consejera, en el marco de una mesa redonda sobre la gestión de crisis alimentarias, reconoció que la del pepino puso de manifiesto la debilidad del sector, pero aseguró, quizá con un exceso de optimismo, que éste siempre ha salido fortalecido de cada crisis que ha sufrido. Puede que así sea a largo plazo si a partir de esta y otras experiencias similares se articulan las medidas más adecuadas para mejorar la gestion, no unicamente de las crisis, sino tambien de la propia producción y distribución de alimentos. Pero lo cierto es que en estos momentos, a pesar de estar recuperado ventas, que no ingresos, el sector hortofrutícola es más vulnerable. No debe olvidarse que si algo deja una crisis, más allá de ruina económica, es un sustrato muy bien preparado para que germinen otras posteriores. Las alarmas siempre se disparan con más facilidad cuando ya antes han sonado con estruendo.

Al parecer, el origen de la contaminación  que acabó con  la vida de varias personas en centroeuropa estaba en Egipto y no en pepinos o tomates, pero esto casi nadie lo sabe ya, pues toda la contundencia informativa de los primeros momentos descargó sobre la huerta española con una virulencia inédita hasta el momento. Aquí radica la mayor debilidad actual del sector, que a la más mínima se verá sacudido de nuevo y quizá con mayor violencia. Por eso fue importante la accion de la Junta de Andalucia en Berlin, que debe entenderse dentro de una estrategia mas amplia de recuperacion de imagen, pues lo prioritario en estos momentos para los productores no deberia ser ajustar cuentas con la economia sino empezar de nuevo a acumular ese intangible que ha hecho del sector hortofrutícola español uno de los mas importantes del mundo.

En su intervencion, Clara Aguilerá lanzó un aviso a navegantes: «lo que le ocurrió a Andalucía puede sucederle a cualquir país y producto». Y es cierto, pero también lo es que hay muchas posibilidades de que se repita en el mismo lugar, pues una reputación perdida, por muy injusto que haya siso el proceso que la ha malogrado, es un perjuicio cuyo restañamiento require esfuerzos hercúleos y prolongados. Esa injusticia cometida con España, no obstante, debería ser uno de los argumentos más valoiosos a la hora de articular una estrategia de regreso a la credibilidad.

Por otra parte, las autoridades europeas harían bien en leer con detenimiento el aprendizaje que Andalucía ha sacado de la crisis y que se resumiría de la siguiente manera:

1. No se puede activar una alerta no probada.

2. Los problemas no siempre surgen en la producción, hay que vigilar mejor la distribución.

3. Cada país no puede tener su propio protocolo de comunicación, debe haber uno único para la UE.

4. La reexpedición del producto y la venta a granel entorpecen la trazabilidad.

5. La Comisión debe jugar un papel más activo a la hora garantizar que la información que se facilita al consumidor es correcta. Asimismo, debería vigilar y frenar los usos interesados (comercialmente) de las alertas.

No habló la consejera del papel de los medios, que también merecería una reflexión pública, pues en privado seguro que se  ha hecho, pero con su intervención dejó claro lo que todo el mundo sabe: que los medios, con mayor o menor fortuna, informan y opinan, pero no suelen estar en el origen de las crisis.

Fruit Logistica cerrará mañana su puertas después de haber dedicado una buena parte de sus contenidos, presisamente, a la seguridad y las crisis alimentarias.

 

 

 

 

 

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