Las revistas agroalimentarias o gastronómicas no paran de explorar nuevos caminos. Unas veces para mejorar los resentidos ingresos por publicidad que la crisis ha dejado a todas y cada una de ellas. Otras para promocionarse o promocionar sus productos hermanos, pues quienes se dedican a la información necesitan asimismo informar o que se informe sobre ellos. Y también hay iniciativas de la prensa destinadas a llevar información, formación y entretenimiento a los ciudadanos de una forma complementaria, no meramente periodística.
Cuando lo hacen bien, suele ocurrir que todos estos objetivos se consiguen a la vez, es decir, se informa, se promociona el medio y hasta se consiguen ingresos, aunque no sean puramente publicitarios. Además, de la mano de muchas de estas actividades complementarias suelen llegar alianzas de gran interés que en no pocas ocasiones son esquivas al uso periodístico o publicitario tradicional.
Un claro ejemplo de lo anterior tuvo lugar el pasado fin de semana en Zaragoza por iniciativa de la revista Gastro Aragón. Este mensual de gastronomía y alimentación, unido a la distribuidora Lupulus y al ayuntamiento de la ciudad, organizó la primera edición de un festival de cervezas artesanas al que se ha llamado Birragoza.
No sólo los lectores de la revista, sino cuantos zaragozanos o visitantes quisieron (muchos de ellos acabarán como lectores de la revista), disfrutaron de una buena selección aragonesa, nacional y extranjera de cervezas artesanas hasta el punto de obligar a la organización a clausurar el festival con cierta antelación por haber agotado existencias.
No se trataba de beber cerveza sin más, se trataba de dar respuesta en una ciudad donde todavía no se había hecho a la creciente demanda de este tipo de bebida, pero también de información sobre la misma. Por ello hubo un medio de comunicación implicado y por ello el evento contó, además de con cerveza tirada con calma y maestría, con talleres de elaboración casera y cata y con degustaciones maridadas. Todo ello acompañado de actuaciones musicales y monólogos de humor.
Gastro Aragón, que pronto cumplirá tres años aunque su trayectoria es heredera de una publicación anterior ya desaparecida, supo ver una demanda y ofrecer una respuesta a su público. La respuesta tiene una versión periodística pero también ha tenido otra, Birragoza, que complementa a la primera sin menoscabo de la función informativa que la revista debe cumplir.
En algunos aspectos la organización del festival deberá mejorar, afirmación que hago no desde la crítica constructiva, como se suele decir, sino desde la seguridad de que el certamen que ha tenido lugar en el Centro de Historias de Zaragoza volverá a repetirse en el futuro, pues las caras, muchas, que se veían mostraban satisfacción.