Vamos hacia el abismo. No lo dice este humilde plumilla (aunque lo piense), sino la ¿todopoderosa? Ursula Von der Leyen. Aunque no fue exactamente así, ella dijo que hay que “evitar una carrera global hacia el abismo”, y ya se sabe cómo somos los periodistas.
Claro, se lo dijo al todopoderoso (por ahora) Donald Trump y también sabemos que a este no le asustan los abismos. Es más, parecen gustarle, así que sí: vamos hacia el abismo.
En el suelo patrio estamos desconcertados y acongojados porque no sabemos qué abismo nos toca, ¿será el de los BRICS o el de los PIGS? ¿O será el común de los latinos y en cualquier momento nos llega un avión cargado de ecuatorianos y no precisamente para recoger fresas en Huelva? El presidente norteamericano no atina a colocarnos, solo sabe que Spanish empieza con ‘s’, así que de todo nos puede pasar en este reparto global de hostias.
Y como aquí los dos principales partidos políticos están a lo suyo, es decir, a darse hostias en el culo de los ciudadanos, incluidos agricultores y ganaderos, que también se jubilan, que también usan el transporte público, que también fueron afectados por la dana y que tienen asuntos propios pendientes en ese decreto ómnibus, como el Régimen de Compensación del IVA; como están a lo suyo, digo, ni pueden colaborar con Von der Leyen para que Europa se haga mayor y empiece a gestionar sus abismos ni mucho menos pensar en los abismos agroganaderos y alimentarios, que no son pocos. Al paso que van, estos últimos (y todo lo demás) los tendrán que negociar en la próxima legislatura con algún grupo de diputados terraplanistas, antivacunas o todofutbistas que les laminarán algún que otro escaño.
En fin, que los aranceles siguen planeando sobre nuestras cabezas y no los queremos, pero tampoco queremos acuerdos comerciales con terceros países y puede que nadie nos ayude a coscarnos de que sorber y soplar nunca ha sido posible, así que seguiremos pidiendo lo imposible, que, quién sabe, igual lo imposible reside al fondo del abismo y nos lo encontramos.
Confórmese el sector agro con esa medio congelación del cuaderno digital agrario que ha santificado el BOE, pero ojo, que en menos de un año hay que empezar a consignar tratamientos fitosanitarios. Yo me apuntaría al cuaderno de campo cooperativo y me haría moderno de una vez, aunque siempre se puede esperar a 2028 y ver qué pasa, no deja de ser una técnica que da sus frutos… hasta que te abisma.
Apréstese, por otro lado, a reforzar a las mermadas huestes apícolas y ovinolecheras, que esta semana tendrán sus respectivas perfomances en Madrid -distrito UE- y Valladolid. Ni apicultores ni pastores salen en los decretos ómnibus, así nos va. Su abismo será nuestro abismo si la nueva comisión europea, que ya se despereza, o la flamante Estrategia Nacional de Alimentación, recién salida del obrador ministerial, no lo remedian. Lo iremos viendo.
Peagrosaludos