A Carlos Barrabés lo tengo por paisano porque, al fin y al cabo, Aragón está al lado de Benasque (el chiste es suyo). Así que lo nombro de vez en cuando, para presumir cuando voy por el mundo y enmendar mis torpezas en el terreno de lo global exhibiendo su portentoso dominio sobre las nuevas tecnologías y su aplicación planetaria.
Sin embargo, he de reconocer que no lo he seguido mucho. Alguna intervención suya en los medios, más que nada. Por eso me alegró verlo en entre los ponentes del acto conmemorativo del 25 aniversario de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA). Y creo que su intervención no dejaría frío a nadie.
Algunos empresarios comentaron que el discurso de Barrabés no es aplicable a las pequeñas empresas que regentan, pero yo les invitaría a revisarlo. Por dos razones. La primera: que es un discurso plagado de ideas novedosas, que no se suelen oír en los foros habituales; nótese que digo novedosas, no acertadas, que puede que también, aunque esta es una cuestión que se puede discutir más si se quiere. La segunda: que es un discurso con sustancia, lo que admite volver varias veces sobre él y encontrar aportaciones, interpretaciones y reflexiones que inicialmente se han podido escapar.
No obstante, en las líneas siguientes se recogen algunas de las ideas-clave esparcidas por el oscense ante el público agroalimentario, así que cada lector (estuviera o no en el lugar de los hechos) podrá decidir si son compatibles con su negocio o, simplemente, con su visión de la economía, la alimentación o la vida.
Advirtió Carlos Barrabés a modo de aperitivo que la mayoría de los empresarios no están capacitados para desenvolverse en este mundo. Avisó sobre decadencia de nuestra civilización y dijo que Occidente existe porque todavía es el 60-70% del comercio mundial. Pero ojo, porque si antes el comercio seguía la dirección norte-sur, ahora lo que crece es el comercio sur-sur.
¿Exagera el de Benasque cuando afirma que Linkedin es el lugar donde se hacen los negocios en el mundo? Puede, pero hay que tener en cuenta que quien lo dice es una autoridad en la materia; con intereses en el mundo de las nuevas tecnologías, cierto, pero señalado en 2010 por el World Economic Forum como uno de los Young Global Leaders. ¿Que qué es esto? Pues una especie de título que la citada organización otorga a menores de 40 años que, por su trayectoria, están llamados a convertirse en líderes mundiales. Españoles, no hay muchos.
Y si lo anterior parecía exagerado, anotad lo siguiente: “la nueva ruta de la seda son las conversaciones en Facebook”. Ana Patricia Botín y otros notables de los negocios se lo deben creer, porque tienen a Barrabés, que pasa por ser el ‘inventor’ del comercio electrónico en España, como asesor de postín.
Pero pongamos los pies en la tierra, pues el Grupo Santander, después de todo, no es de nuestro tamaño. Un dato cuya utilidad no creo que nadie discuta mucho: dos países con el mismo idioma comercian un 42% más. Los exportadores, que también los hay pequeños, quizá agradezcan esta pista (si no la tenían ya). Si los países de habla hispana se suben al tren de las economías emergentes, puede que no nos vaya del todo mal.
Ahora bien (I), exportar no es fácil. El mundo es muy complejo, el comercio es muy complejo, y para vender tienes que saber qué complejidad te favorece. La idea también es compleja, pero el que se atreva con el complejo proceso de averiguar qué complejidad le favorece puede que acabe ganando dinero de una forma… sencilla.
Ahora bien (II), estamos culturalmente incapacitados para exportar. En este punto el ponente debió mirar fijamente a los ojos del auditorio, porque la afirmación lo merece: “el futuro pasa porque exportéis, pero habéis de saber que estáis abocados a no hacerlo”. Esta debe de ser una de las complejidades que no favorecen.
Que nadie piense que Carlos Barrabés quiso dar una pátina oscura al futuro que vaticinaba, en todo caso advertía de algunas situaciones inconvenientes. Es más, al repasar la situación económica de nuestro país fue tajante: “lo que está ocurriendo [con la prima de riesgo] es mentira, España vale mucho más”.
Otro dato para el optimismo es saber que la creación de conocimiento en nuestros días es descomunal, el 85% se ha creado en los últimos 30 años. Para el optimismo y para la alerta, porque las cosas cambian y van a cambiar tan rápido que al que no esté vigilante es posible que se lo lleve una ola.
Ofreció más píldoras el benasqués, pero vamos a dosificarlas. Terminaremos con ellas en la próxima entrada de este blog. Mientras tanto, por si a alguien le interesa saber un poco más de este profeta llegado de las montañas, aquí dejo un fragmento de la entrevista que le hizo Iñaki Gabilondo y que Internet guarda en su seno.
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