FIMA, ¿heraldo de la recuperación?

La pasada edición de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) ha dejado muy buen sabor de boca a todo el mundo. A los organizadores, por la participación de expositores y visitantes; a los expositores, por la gran afluencia de profesionales; y a los agricultores porque la exposición estaba a rebosar de maquinaria y novedades con las que aliarse en los próximos meses o simplemente soñar y escribir un buen cuento que ayude a seguir empujando.

Las cifras, al parecer, han sido espectaculares, y no han faltado quienes han visto en este veterano certamen que cumplía sus cincuenta años el anuncio de que la crisis ha terminado. La recuperación ya está aquí, han dicho. FIMA, habría sido, pues, el heraldo que anuncia la luz al final del túnel.

La asistencia, espectacular.
La asistencia, espectacular.

Las conversaciones por los atestados pasillos de la feria, sin embargo, no eran tan optimistas. Es cierto que se ha visto a todo el mundo muy animado con la propia animación del evento. Su efecto psicológico es indiscutible, pero los bolsillos siguen sin andar finos y esa es la realidad que se palpa cuando se va con los pies por el suelo. La alegría, si la hay, sigue contenida; el campo, todos lo sabemos, siempre ha sido prudente y reservado.

¿Con qué carta nos quedamos, entonces? El que escribe no lo sabe, pero habla con la gente y hace sus propias lecturas, lo que le sirve para aventurar hipótesis y reflexionar en voz alta. Aquí van algunas:

1. FIMA no es el reflejo de la recuperación económica. Las desbordantes cifras que ha arrojado esta edición de la feria habrían de corresponderse en ese caso con una recuperación mucho más palpable y elocuente; de momento, que sepamos, solo la macroeconomía la ha notado.

2. Es cierto que las empresas de maquinaria agrícola han realizado una gran apuesta reforzando su presencia. Entre ellas hay grandes compañías con potentes equipos de márquetin que observan y estudian el mercado con detenimiento. Si han aumentado su superficie de exposición es porque han atisbado algún tipo de movimiento interesante; pero, ¿se trata de la recuperación o de algo mucho más interno y propio del sector agrario?

La exposición ha sido de tal calibre que los pasillos apenas han dado de sí.
La exposición ha sido de tal calibre que los pasillos apenas han dado de sí.

3. En este sentido, podría pensarse que la recuperación tardará en llegar, pero le precederán percepciones positivas, la necesidad psicológica de constatar que esto se está arreglando. Igual que una psicosis negativa agravó la crisis reteniendo el dinero que hubiera podido circular con normalidad, la psicosis contraria abrirá esclusas tras las que se guardan abundantes ahorros. La agricultura, como se sabe, ha soportado estos años mejor que la mayoría de los sectores. Por su parte, los agricultores siempre guardan para cuando las cosas vienen mal dadas. En consecuencia, hay dinero sujeto en el sector que podría saltar al campo de juego en cuanto las sensaciones sean positivas.

4. Muy al contrario, hay quien piensa que después de varios años sin apenas vender una tuerca y sobreviviendo gracias al mercado exterior, los fabricantes han actuado a la desesperada y este ha podido ser el canto del cisne para algunos de ellos. Desde luego, contentos no están. En el interior las cosas no van bien, y para salir al exterior han perdido una gran parte de las ayudas a la exportación de las que gozaban. Su descontento con el Gobierno es manifiesto, pero eso tampoco quiere decir que estén en las últimas.

5. El caso de FIMA no deja de ser un ejemplo de lo que ocurre con las marcas consolidadas a lo largo del tiempo en un mercado real. Otras ferias han caído, es cierto, pero ni tenían tantos años ni eran resultado de la economía real, sino hijas de burbujas que han reventado o de iniciativas político-administrativas que con la erosión recaudatoria han pedido su fuste. El buen nombre es, a la postre, lo que sujeta los negocios durante generaciones.

6. Las fechas señaladas, por su parte, siempre son buenas aliadas. Prestan una gran contribución emocional con importantes efectos propulsores. FIMA, recordemos, llegaba a su quincuagésimo aniversario.

En fin, quizá no sea la recuperación, pero existían razones para que la pasada edición de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola de Zaragoza tuviese días felices y así ha sido. No obstante, ojalá lleven razón quienes la han visto como la cabeza del convoy que ya sale por el otro lado del túnel.

Entrada a la feria.
Entrada a la feria.

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2 comentarios en “FIMA, ¿heraldo de la recuperación?”

  1. Tienes razón Miguel Angel en tu exposición, la crisis está ahí.. En el sector en el que te mueves todavía si cabe es mas palpable, quizá debido a que el sector se ha comportado siempre de forma muy prudente.
    En mi opinión, esta crisis ha sido «mediocreada» por el capital. que aunque nos duela, sigue moviendo el mundo..
    Si hay ganas de renovarse, de modificar, de invertir, de implementar nuevos sistemas de trabajo… y sobre todo de arriesgarse, es posible que podamos salir de esta con cabeza y esfuerzo.
    No hay otra!!
    La buena acogida de esta Feria Internacional de Maquinaria Agrícola demuestra que al menos….. Hay ilusión!!!
    P.D. Me encanta tu blog
    Isabel

    1. Gracias por el comentario y la posdata, Isabel. Creo que hay ilusión porque psicológicamente es necesaria para seguir adelante, pero el ambiente en general es, si no de pesadumbre, sí de cierto lamento por lo largo de la crisis y lo injusto de sus consecuencias para quienes no tienen la culpa de la misma.

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