Del comisario Ciolos a la realidad nacional

El comisario de Agricultura de la Unión Europea, Dacian Ciolos, tiene bastante claro que el sector agrario necesita mucha comunicación. Por eso impulsó las estrategias de acercamiento a los medios y los periodistas especializados y apoyó la creación de una red colaborativa que poco a poco se va extendiendo por todo el continente. Ya he hablado en alguna ocasión de ENAJ (European Network of agricultural Journalists). Me integré en ella desde su creación y esta semana he tenido la oportunidad de participar en las dos jornadas de trabajo que ha convocado con motivo de la reunión informal de ministros de Agricultura en Dublín. Un programa bastante completo en el que una treintena larga de periodistas hemos podido seguir de cerca esta cita ministerial, participar en la asamblea general de la organización y conocer algunos aspectos de la agricultura, la ganadería y la alimentación irlandesa. También visitar la National Gallery of Ireland, que para todo hay tiempo.

Ciolos ofreció dos ruedas de prensa, una el día previo a la reunión de los ministros y otra una vez terminada la misma. En la segunda pude comprobar que sin la presencia de los profesionales convocados por ENAJ y sin la de los propios periodistas irlandeses, la sala hubiera estado muy vacía. Evidentemente la información hubiera llegado a los medios a través de las agencias y de las propias informaciones oficiales, pero no es lo mismo. No es lo mismo que varias decenas de informadores te escuchen en directo y no es lo mismo que puedan conocer los vericuetos de la PAC y sus negociaciones de primera mano. No es lo mismo, tampoco, que tengan acceso a todos y cada uno de los ministros de agricultura de la UE, aunque sea durante un breve lapso de tiempo (suficiente, por otra parte). También es bueno para el país anfitrión poder presentar algunos de sus emblemas agroalimentarios a periodistas y medios que de otra manera ni los conocerían ni los darían a conocer.

CIOLOS 1
Ciolos, ante los periodistas de ENAJ

El comisario tiene claras estas cosas y sobre ello pensaba en el avión mientras regresaba a España. ¡Qué distintas son las cosas en nuestro ministerio y en tantas otras instancias nacionales! Aquí, la asociación que representa a los periodistas agroalimentarios, APAE, lleva varias semanas llamando a las puertas de Atocha, donde todo el mundo está tan ocupado que no puede encontrar un momento para recibir a su junta directiva. El equipo anterior, el de Elena Espinosa (no el de Rosa Aguilar,  al que se le acabó el mandato sin poder dedicar un minuto a la asociación de periodistas del ramo) sí que recibió a APAE, aunque después incumpliera los compromisos adquiridos con esta organización. De ahí hacia atrás, ya no tengo constancia de cómo eran las relaciones.

He hablado estas cuestiones en varias ocasiones con colegas y siempre solemos llegar a la misma conclusión: aquí la comunicación y las atenciones informativas  solo se conciben para los dos o tres periodistas que lideran la profesión. Para los demás a veces ni siquiera existe una mínima cortesía. Y el problema no es de carácter comunicativo, que también, sino más profundo, pues es una muestra de hasta dónde llegan las convicciones democráticas de quienes mandan.

Es lógico que a ningún poder se le olvide que determinados medios o periodistas tienen detrás decenas de miles de seguidores. Incluso todos podemos entender que esos medios y periodistas reciban un trato acorde con su audiencia. Pero lo que no es admisible es que esos mismos poderes ignoren a los ciudadanos que siguen a medios más modestos, porque el derecho a la información es el mismo para todas las personas. Y hago hincapié en esta visión: no se trata de los derechos de los periodistas, sino de los derechos de los ciudadanos.

Por otra parte, también se les suele olvidar a los mandamases que, más allá de quienes lideran la audiencia, hay una masa de pequeñas y medianas revistas, radios y televisiones, de programas especializados y emergentes redes sociales que llevan todos los días la información agroalimentaria a un público cada vez más alejado del sector y, por ello, cada vez más difícil de alcanzar. Estos medios también acercan abundantes e importantes claves de progreso a unos profesionales, los agricultores y ganaderos, los empresarios y los dirigentes de las cooperativas, cada vez más necesitados de ellas. La suma de todos ellos arroja un resultado cualitativo (y también cuantitativo) que no habría que desdeñar.

Rueda de prensa final del comisario.
Rueda de prensa final del comisario.

Quizá me equivoque, pero tengo la sensación de que el comisario Ciolos y la ENAJ no albergan dudas al respecto, porque yo, que no soy más que un bloguero de poca monta, en Dublín tuve el mismo trato y las mismas oportunidades que los colegas de reputados medios internacionales.

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3 comentarios en “Del comisario Ciolos a la realidad nacional”

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