La ‘casa común’, una encíclica medioambientalista

El papa Francisco acaba de hacer pública una encíclica (Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común) que a muchos ha sorprendido por su contenido, aunque pocas cosas podrá hacer ya el padre de la Iglesia en su pontificado que puedan llevarnos al asombro. Desde que pusiera el pie en la jefatura del Vaticano su costumbre ha sido salir por dónde casi nadie espera, y ahí sigue… afortunadamente.

Ahora ha hablado de medio ambiente, del planeta, nuestra casa común. Nos ha advertido acerca de su sobreexplotación, de la locura consumista que la devora, de los grandes poderes que hacen con ellal lo que les viene en gana y de cómo son los más pobres los que pagan las consecuencias.

LAUDATO SI
Laudato Si -Alabado seas-

Dice Francisco que la economía no puede crecer a cualquier precio y que no es ético que lo haga a costa de dejar la Tierra llena de desperdicios y agotada. Se trata de un llamamiento ecologista en toda regla, inspirado en principios medioambientalistas, pero también, o quizá sobre todo, morales.

Y aquí esta lo interesante del punto de vista eclesiástico. La encíclica no trata de defender el planeta por puro criterio conservacionista, sino porque forma parte de lo que considera la Creación y porque esta fue puesta a disposición de los hombres para su sustento y felicidad.

La casa común, en consecuencia, no es propiedad de la humanidad, no podemos hacer con ella o en ella lo que nos plazca, sino aquello para lo que fue creada. Cualquier uso que no respete la dignidad de los seres que la pueblan y su derecho a seguir viviendo por generaciones de sus recursos, es inmoral.

Escribimos esto sin haber leído todavía el documento papal más allá de lo que la prensa ha publicado, pero creemos conocer el espíritu que ha inspirado esta encíclica porque hemos participado en algunos congresos medioambientalistas organizados por la ONG católica Greenaccord.

La casa común, amenazada por los residuos.                                                                                                  Lorenzo López

En Periodismo Agroalimentario hay alguna muestra de lo que hemos escrito sobre agricultura, alimentación, desperdicio y hambre o los problemas medioambientales del mundo tras asistir a estos eventos. Por eso no nos puede sorprender ni sorprenderá a nuestros lectores que el Papa Francisco dedique una parte de su esfuerzo a defender la naturaleza y, además, lo haga a través de una encíclica de marcado carácter medioambientalista.

Conociendo a Greenaccord y conociéndolo a él por sus hechos anteriores, tampoco cabe sorprenderse al verlo señalar directamente a los poderes económicos y a la búsqueda insaciable del beneficio económico como responsables directos del desastre al que estamos conduciendo al planeta.

En definitiva, esta última encíclica viene a dar la razón a los que llevan décadas clamando por un cambio cultural radical a la hora de concebir el papel de la humanidad en la Tierra (no somos sus propietarios y dominadores, como nos recuerda el santo padre). También aporta un nuevo punto de vista para sumar a la causa ecológica a quienes no la han aceptado antes por sí misma pero han estado preocupados por… la casa común.

El pontífice ha sumado su poderosa voz a la de quienes hace tiempo que piden auxilio en nombre de la naturaleza y lo ha hecho con una de las herramientas de comunicación más eficaces que nunca han existido: una encíclica (¿quieres saber qué es una encíclica?). El efecto ya se deja notar.

Defensa de la naturaleza
La encíclica papal advierte sobre el deterioro del planeta.                                                                              Lorenzo López

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1 comentario en “La ‘casa común’, una encíclica medioambientalista”

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